SORULLO

Tenía la esperanza de que apareciera, que un día en la mañana rascara la puerta y me moviera la cola al decirle: "Mi perrito!!!!".
El 9 de Octubre fue el peor domingo de este año, mi perro desapareció. Mis padres dicen que no lo vieron salir, mi hermano se preocupó más por irse con su novia a no se donde y para cuando me di cuenta, ya era muy tarde. Recorrí las calles, pregunté y hasta me fijé que no hubiera manchas de sangre en el asfalto, nada.
Pasé 2 horas sentada en la banqueta, junto a la puerta esperando que mi Sorullo regresara; cualquier ruido creía que era él.
Puse anuncios al siguiente fin de semana, llevaban el telefono de mi hermano; solo un señor habló y cuando fuimos a ver al perro, era más grande y gordo que el mio, no respondia al nombre de Sorullo y estaba más viejo, era una mentira.
Para la siguiente semana, mi padre tenía la teoría de que Sorullo había sido abducido y era feliz en su planeta; la de mi madre que se habían metido a la casa, explicitamente a robarse a mi perro, mi hermano, ni opinaba, es más no me ayudó a poner anuncios. Mi teoría es que mis padres son unos "poco fijados" y que mi perro se salió en sus propias narices. Ambos opinan que mi perro deseaba salir y dejarnos, y como no!!!!, no lo sacaban y tampoco tuvo vida sexual!!!!!.
Lo cierto es que a un mes de su partida, decidí pensar que está mordiendo basura en algún mercado, que no está sufriendo y que aún me ama y que nunca dejará de hacerlo al igual que yo.

Sorullo, te veré en el cielo...