Habia muchos periodicos en la silla y mi padre pidiendo que recortara las noticias de la seccion policiaca para llevarselos, eran muchos realmente. En una de las secciones del Universal de los domingos encontre la revista que publican tambien ese día, cheque si le habia ya arrancado la tira de Maitena (soy una fan, tengo casi todas) y recorde no haber leido el ultimo texto de la revista, el cual resulto ser de Fadanelli (a Daesfinta le gusta mucho, ya leyo casi todo de el ) de ser sincera no le encuentre tanta maravilla, pero pense que seria un lindo detalle buscar los demas textos y regalarselos a Carlos.
Lei un texto sobre la isla de los perros y medio entendi el gusto de la princesa por esos seres vagabundos y llenos de hambre, uno mas sobre las mascotas, otro sobre los errores; su opinion (o no se que trato de escribir) sobre el 11 de septiembre y el ultimo tengo que admitirlo, no solo me gusto, senti que regrese a 1999 y la horrenda reparticion de bienes despues de terminar una relacion. Pero no eran muebles, ropa o dinero; era algo mas importante para mi y para ese monstruo con viboras por cabello: LIBROS. Si libros que buscamos y compramos juntos, libros que tenian mucho de especial, libros descatalogados que ambos sabiamos que otros querian y que era muy dificil soltarlos. Por primera vez me di cuenta que las lagrimas no siempre sirven, pero no importaba porque aunque fuera a golpes no dejaria los tomos de Gran super terror de roca que tanto tiempo busque en Donceles o en Alvaro Obregon, claro que no le dejaria "la garganta " de Straub y menos "la secta sin nombre" de Campbell, ninguno de esos libros serian de el. Como era ademas de su novia su asistente y no me habia pagado mi sueldo en mas de dos meses, acordamos que el pago serian los libros.
Algunos no los pude recuperar, otros les saque copias, pero me quede la mayoria...
En el texto Guillermo se quedo con los libros, sin pelear, sin molestias ni dolor...
Alguna vez le dije a mi madre que si muero antes que ella, los tome todos y los queme, que nadie los tocara.
Ahora creo que tu me haz cambiado, te he prestado el que haz querido sin pedirte algo en prenda, cuando te hago esperar de mas te pido que leas el que quieras, no cabe la menor duda, ante ti soy un vil corazon de pollo.
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