Saqué las llaves de mi bolsa, abri la puerta y arrojé todo a la mesa. Corrí al espejo, quería ver tu cuchillo enterrado en mi ombligo. Era totalmente hermoso, una obra de arte, algo tan especial. Cuando me bañé trate de no moverlo mucho, al dormir no gire para nada y en el metro esquivé a la gente para que no lo sacaran de su sitio. Ese cuchillo es el último recuerdo que tengo de ti. Hoy te vi pasar a lo lejos, temí que tus ojos afilados me volvieran a atacar, bajé la mirada. Al fin y al cabo ya es suficiente tener un objeto filoso en mi cuerpo. No le habia dicho a nadie, pero esta junto a la cana de mi mamá, junto al infarto de papá y a las pastillas para dormir de la abuela.Algún día me darás más que un cuchillo????
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