Toda mi vida le he tenido asco a los pies. Odio los zapatos esos lindos que usan las chicas "lindas" en los tiempos de calor, no lo puedo evitar me dan cosa, mmm, guacala, no lo soporto, pienso que de la ducha se pusieron la ropa y ya, porque se les olvido cambiarse los zapatos????
Por a?os he sufrido una batalla con mi madre.. ?te compro unos zapatos, asi??
?????asi???!!!!, no estoy loca, me viste cara de coste?a????
Ver los pies de alguien mas me ha sido mas facil, aunque no deja de disgustarme.
yo tengo los pies feos, mis dedos (mm, creo que la forma correcta son hortejos) parecen chicharos, son gorditos y chiquitos, aunque no tengo los juanetes tan grandes como mi madre; esos se te hacen si practicas ballet o bailes desde peque?a. Mi madre estudio ballet y flamenco desde los 8, lo dejo a los 12, pero se le hicieron enormes los juanetes. Yo practique primero ballet, despues jazz y al ultimo gimnacia olimpica, nunca me gusto pisar el piso descalza, siempre use zapatilla, sera por eso que no tengo grandes juanetes.
La primera vez que entre a ballet, tenia una maestra muy linda y joven, que nos dejo a los tres meses. Ya no quise regresar ahi y mi madre me inscribio en una academia llamada "Momita"; mi profesor era "gay" segun todos pero no, estaba casado y cuando salia de gira su esposa nos daba la clase. El era de esos profesores que odias, nos pegaba y nos picaba con una varita en las nalgas para saber si estabamos "apretando el musculo". Las "mariposas" y las "ranitas" eran lo peor, se imaginan a un hombre de 25 a?os parado en las rodillas de una ni?a de 10 a?os, haciendo presion para que, segun el, fueras mas flexible???
Se que algunos de ustedes estan imaginando la escena y pensando que era un sucio excitado, pero era duro realmente para mi.
Cuando cumpli 11, mama insistio en inscribirme tambien en jazz. Al principio no era nada malo, ya que me habia acostumbrado a los malos tratos del ballet clasico. Pero era desesperante que solo mimara y hablara lindo a las ni?itas de 6 a 8 y a las putonas de 15 a 25. A las que no entrabamos en ese rango nos hacia trabajar triple los abdominales y la flexibilidad. Incluso una vez corrio a una chica, ella se atrevio a decirle que era "un pinche cochino".
En fin, mis a?os de ejercicio fueron a parar a la clase de gimnasia olimpica. Fue ahi donde descubri que soy una cobarde. Las paralelas, el botador, las barras, el potro, ????Dios!!!!, eran como torturas.
Subes a la barra de estomago, te giras, te sientas y alcanzas la otra, te giras, sostienes y bajas. En el ballet no pasaba de un demiplie y en jazz de un padebure (si es que asi se escriben), pero eso me aterraba!!!. Varias se habian fracturado las piernas o los brazos, asi que mi terror era tangible.
Aunque pense que estaria poco tiempo, no fue asi. Pase tres a?os de mi vida ahi. Pero a los 15, me di cuenta que el cuerpo cambia, que el no tener nada no te hace pesar, pero que al crecer y hacerte voluptuosa, ya no es facil girar y menos mantener el equilibrio en las barras y no me pensaba vendar para parar su crecimiento. Ademas, algunos instructores se fijan en tus cambios.
Mi vida llena de ejercicio termino ahi.
Pero de hablar de mi asco a los pies he caido en una narracion de mi epoca deportiva.
Y claro que tiene una conexion, no pienso estar descalza en capoeira y menos en kick boxing, ni loca, ver otros pies sudorosos, nunca....
Pero no sera ni la primera ni la ultima vez que el mundo este en mi contra, imaginense mi perro adora los pies. Al bajar de la cama lo primero que hace es buscarlos y lamerlos, abraza los zapatos y lame los calcetines. Bien dicen que lo que no quieres ver, en tu casa lo haz de tener....
