TACONES
Hasta el día de hoy, mientras me apretaban en el metrobus, me di cuenta que los años no pasan sin dejar su rastro.
A unas semanas de cumplir años, no puedo creer que, ¡uso tacones!.
Sí, ya se, y eso que!!!, pero los que me conocen un poco más, saben que odio los tacones, me lastiman, vamos no puedo caminar. Pero de un tiempo para acá he decidido usarlos. ¿Por qué?, me siento más delgada, muchisimo más linda y con ganas de lucirme. Podrá sonar muy vanidoso, pero así lo siento.
Llevo un par de meses con el mismo peso, 52 kilos, que para mí es maravilloso. Me alacié el cabello, dejé de usar ropa negra con negra, uso tacones, vaya!!!!, por fin me siento agusto, feliz, enamorada de mi imagen en el espejo.
He de admitir que me quite muchas cosas que traía arrastrando; personas, pensamientos, sentimientos, odios, amores. Nunca pensé que el amar hiciera tanto daño, pero lo más doloroso es saber en el fondo, y ya no en el fondo, que era una ilusión de tu mente.
¿Cuántas veces no se enamoraron de alguien por su sonrisa, su platica, su mente, su poesía?
Miles de veces, pero, ¿y su físico?
Puede escribir los más bellos poemas de mundo, pero si tiene ese aspecto insípido???
Puede ser muy amable y platicador, atento hasta más no poder, pero si no tiene los ojos que te matan a la primer mirada?
Díganme!!!!
Imaginarte un día a un chico guapo, dedicado y respetuoso, que salga junto a tí y que no sea gay o un tipo de closet, es posible????
Ven???, los años no pasan sin dejar sus marcas!!!
Una de esas marcas es ya no pedir, exigir al destino.
Y la razón de mis tacones: un piso más para mi autoestima.