Te inclinaste mucho, te salpicaste la cara.
Ves con coraje que el elástino de tu tanga esta deshilachado, seguro que cuando el pendejo de Marco te metio mano, te la jaló. La pinche tanga que te costo 120 pesitos, muy cara para muy poca tela, no crees??
La gotita de orina que tienes junto a la boca, se te hace sexy, parece sudor, cuando lo beses, se la quieres embarrar.
Subes un poco tus tetas, de tanto manoceo se te movió el bra y para acabarla de chingar es el que pegaste con kolaloca de un tirante.
Las otras te ven con envidia, claro!!!, a tu lado esta el Marco, guapote, bien dotado y aparte con muncho dinero pa' tus polvos.
Lo ves de lejos con esa mirada que te encanta hacer, con ojos de: "te la chupo en lo oscurito??". En cuanto te acercas el te jala del pantalón y te truena la tanga antes herida. Te da un beso tan fuerte que no puede evitar que esa pequeña gota amarilla se le quede en la mejilla.
Sientes como te lo restrega y como crece, le dices que si te da pa' tus gustitos y ya después tu le das lo suyo. Un papel verde sale de la cartera y de la chamarra del Chuy tu bolsita mágica.
Mientras esperan el elevador, Marco na' mas te lo arrima, mientras tu ansias que se abran esas puertas pa' meterte tu dosis.
Aspiras, aspiras y el te empuja y te muerde, solo son 4 pisos, menos de 2 minutos.
El pasillo, la llave, la puerta.
Ya estas en lo tuyo, en tu lugar, rompes unas fundas y lo amarras, "te va a gustar, papito", le dices. Le vas besando el pecho, el cuello, los brazos. Descubres su vientre y sigues el camino de pelo, abres el cierre, sabes que es cosa de segundos para que sobresalga. Te detienes.
Rompes otra sábana y le tapas los ojos, "así te va a saber más rico".
Besas otra vez su cuello y te sigues hasta el ombligo, juegas con tu lengua y con los dientes vas jalando la ropa que lo cubre. Algo brilla y ves que es su líquido, esta en la punta, es la señal, esta listo. Lo metes en tu boca, lo reconoces. Es grande si, pero, como su dueño es tonto, no sabe moverse, no sabe llegar y además, como Marco es brusco.
Te tocas, no estas húmeda, pero te das cuenta de que tu tanga ya no tiene compostura, tan cara y tan linda.
Lo sigues chupando, lo metes y lo sacas, lo lames y te da coraje que te de dinero solo para que te droges, porque así no sabes si es él o la droga la que te hizo llegar. Nunca te da pa' tu ropita, ni siquiera te chulea.
Cada vez lo haces más rápido y fuerte, el, claro gime como loco, solo le importa venirse.
Sientes que esta más caliente, ya pronto, ya pronto.
Su cuerpo se estira, las venas se le llenan, esta gritando, se va a venir.
Lo muerdes, fuerte y no reconoces lo gritos de dolor y de placer, posiblemente sean ambos.
Sientes algo que sale, cerraste los ojos para poner más fuerza en tu boca, entonces no sabes si es semen o sangre.
Se retuerce, tus dientes ya casi se encuentran en la mordida.
Abres los ojos, esta de lado, tirado, llorando.
Sacas su pistola de la chamarra, no sin antes envolverte la mano en un trapo de funda.
"esto es por mi tanguita, pendejo"
Le disparaste muy cerca, te salpicaste la cara.